Trabajo inédito de C&W Chile y el Centro de Inteligencia Territorial de la UAI.
Con el propósito de analizar el sector de Nueva Providencia –el polígono que es atravesado por los ejes Providencia/Apoquindo, Vitacura y Nueva Providencia/Nueva Tajamar- Cushman & Wakefield Chile, empresa global de servicios inmobiliarios corporativos, junto con Luis Valenzuela, director del Centro de Inteligencia Territorial de la Universidad Adolfo Ibáñez, realizaron un estudio en el que se proyecta el posible futuro de un barrio con identidad y gran potencial.
De acuerdo con el informe “Nueva Providencia: del tránsito a la permanencia”, el área estudiada corresponde a un lugar clave y estratégico de Santiago y con un gran potencial de desarrollo inmobiliario, al ser el punto de contacto y de tránsito diario de miles de personas entre las áreas destinadas a oficinas, comercio y turismo de Providencia, así como de conectividad con los emblemáticos sectores de El Bosque, El Golf, y “Sanhattan”.
“En esta zona encontramos dos proyectos absolutamente trascendentales e icónicos. Por un lado, el complejo Costanera Center que, entre otras características, cuenta con la torre más alta de Sudamérica y por el otro, el Mercado Urbano Tobalaba (MUT), un complejo de uso mixto aún en construcción, pero que promete transformarse en un punto de referencia del comercio, la gastronomía y los negocios en Santiago”, explica Ariel Benzaquen, country manager de Cushman & Wakefield Chile.
En ese contexto, el análisis arroja que, por un lado, esta zona afianza su perfil corporativo, mientras que por el otro, no consigue aún una convivencia amigable con los espacios de uso residencial preexistentes. Sin embargo, se espera que las nuevas edificaciones fortalezcan la mixticidad, que ya se encuentra presente en el barrio.
El estudio resalta a su vez que, en la actualidad, en el polígono existen 108.000 m² de stock de oficinas Clase A. Sumando la superficie del Costanera Center aún en proyecto y la próxima entrada de MUT, se espera que la zona cuente con 237.000 m² nuevos, lo que equivale al 14% del total de superficie de oficinas existentes en Santiago en 2020.
Respecto del potencial de constructibilidad y edificación, el polígono está condicionado por los planes reguladores de Providencia y de Las Condes, y en él prevalecen las zonas de uso preferentemente comercial en torno a los ejes viales principales y la zona especial Ex-CCU, donde hoy se emplaza el complejo Costanera Center. En sus márgenes, las zonas son de uso preferentemente residencial, pero permiten usos comerciales y de equipamiento, y es donde se identifican mayores oportunidades de reconversión.
En esa línea, el estudio concluye que la zona es muy atractiva e interesante para el desarrollo inmobiliario, por su gran conectividad, excelente nivel de infraestructura, servicios y ubicación estratégica, entre otros factores. Ello le permite ser la plataforma perfecta para proyectos inmobiliarios de las más diversas características, con aportes únicos a la trama urbana y al espacio público sin igual en la historia de Santiago.
“No sólo es relevante, sino también imprescindible pensar en desarrollos inmobiliarios capaces de sumar al valor que tiene Nueva Providencia, desde su modelo económico hasta su aporte a la integración y sustentabilidad. El desarrollo de proyectos integrales es un desafío al que se debe apostar para asegurar inversiones viables y con larga vigencia, de acuerdo con su contexto territorial urbano complejo y diverso”, sostiene Luis Valenzuela, director del Centro de Inteligencia Territorial de la UAI.
Las cuatro subzonas
El estudio Nueva Providencia identifica cuatro subzonas que estructuran el espacio urbano. Una de ellas es la Zona Costanera, donde se emplaza el complejo Costanera Center, que ocupa casi la totalidad del territorio y acapara la atención por su dimensión y altura. También se identifica El Golf, que cuenta con un amplio dinamismo de la construcción, especialmente en las últimas dos décadas, con desarrollo de edificios de oficinas icónicos de Santiago, edificios residenciales y donde ahora también se construye MUT.
La tercera zona es Tobalaba, que corresponde al núcleo articulador del sector, con un desarrollo de usos mixtos residenciales y comerciales, donde además se encuentra el predio del Hospital Metropolitano. Finalmente, está la Zona Providencia, que es preferentemente residencial, de edificación en altura aislada, casas remanentes, y desarrollo de algunos edificios comerciales y de oficinas.
“Si evaluamos el potencial de desarrollo inmobiliario comercial del área estudiada, se observa una heterogeneidad que nos lleva a dividirla en estas 4 zonas. Encontramos un gran potencial de constructibilidad en todas, a excepción de la zona Costanera, que ya se encuentra consolidada en su mayoría”, explica Gustavo Valenzuela, director de Brokerage de Cushman & Wakefield Chile.
Fuente: Cushman & Wakefield