Aumentar la flexibilidad, enfocarse en la experiencia de uso por parte de la empresa arrendataria, facilitar el viaje al lugar de trabajo y tener en cuenta la disponibilidad de caja, son las sugerencias que destaca Cushman & Wakefield, firma global de servicios inmobiliarios corporativos, en una guía para que los dueños puedan optimizar sus propiedades.

Con el fin de orientar a los propietarios de los edificios de oficinas en el proceso de desconfinamiento y regreso a los lugares de trabajo, Cushman & Wakefield –firma global de servicios inmobiliarios corporativos-, elaboró una simple guía con cuatro sugerencias para ayudarlos a retener a las empresas que ocupan estos espacios y atraer a nuevas compañías.

1.- Aumentar la flexibilidad

Los beneficios demostrados en el marco del teletrabajo han generado que muchas empresas estén reevaluando la superficie de oficinas que necesitan para operar. Dado que el proceso de transición hacia un nuevo ecosistema que incluya al hogar no será lineal ni inmediato, cuanta mayor flexibilidad muestre el propietario, mejor se podrá adaptar a las necesidades de las compañías arrendatarias y retenerlas.

En ese contexto, se recomienda considerar la reubicación de las empresas arrendatarias dentro del edificio con el fin de optimizar los espacios; la consolidación –o también reubicación- de las compañías propietarias que podrán arrendar o vender los espacios vacíos; la adaptabilidad de los edificios como la ubicación de los servicios en espacios comunes, la segmentación del aire acondicionado y electricidad, la subdivisión en unidades pequeñas y en nuevos proyectos y el diseño del núcleo de ascensores

2.- Enfocarse en la experiencia de uso por parte de la empresa arrendataria

Mejorar la experiencia de las compañías que ocupan las oficinas puede ayudar a incrementar cómo perciben su valor. En esa línea, los aspectos clave son la comercialización, donde el primer contacto con el cliente y los primeros pasos de la relación son críticos, por lo que se sugiere mantener contacto periódico con los arrendatarios para verificar su satisfacción y fidelizarlos; repensar los servicios del edificio, ofreciendo zonas especiales o amenities que hagan destacar al inmueble –por ejemplo, un lobby con wifi, espacios de espera cómodos, gimnasio, auditorio, servicios gastronómicos, comedor o cajeros automáticos; y una infraestructura segura con espacios que cuiden la salud como tecnología contactless en ingresos y ascensores, iluminación sensible al movimiento y apertura automática de puertas en espacios comunes.

También son útiles los programas de bienestar, que puede ser generales –relajación, yoga, meditación-, actividades físicas –spinning, entrenamiento funcional o aeróbico-, instancias de afinidad entre los usuarios –salidas grupales, compromiso con causas benéficas, propuestas artísticas-, ejercicios de socialización con usuarios internos o especialistas externos, entre otros.

3.- Facilitar el viaje al lugar de trabajo

La necesidad de distanciamiento social provocó cambios en la movilidad hacia y desde el lugar de trabajo. En ese marco, es importante considerar opciones como servicio de transporte empresarial; estacionamiento de vehículos privados; más lugares de guardado de bicicletas y motos; y zonas de carga de vehículos eléctricos.

4.- La disponibilidad de caja

Los desafíos económicos post pandemia hacen que para las empresas ocupantes sea muy importante la optimización de los recursos financieros y, probablemente, quieran acelerar su tendencia a utilizar sus fondos para gestionar su negocio principal y evitar las inversiones de capital en sus espacios de trabajo.

Por ello, una alternativa podría ser ofrecera el financiamiento de la construcción de las oficinas, donde los dueños de los edificios pueden proveer el capital necesario para implementar los diseños de oficinas que los ocupantes requieren, incluyendo abogados y profesionales técnicos y comerciales para mitigar los riesgos de las partes; la provisión de espacios prêt-à-porter (a la medida) como espacios estándar o con mínimas adecuaciones, que estén listos en poco tiempo y que, cuando termina el contrato de arriendo, puedan ser ocupados por otro arrendatario; será clave llegar a  acuerdos con empresas constructoras y recuperar la inversión en cuotas mensuales

Fuente: Cámara Nacional de Servicios Inmobiliarios A.G