Cuando se arrienda o compra, la participación o inclusión temprana de un profesional experto en el área de la arquitectura y la construcción puede resultar altamente beneficiosa.
Si un buen proyecto no cuenta con una correcta planificación o evaluación, puede convertirse en una muy mala experiencia. Es ahí donde radica la importancia de un adecuado asesoramiento, es decir, contar con un project manager para planificar, controlar y coordinar todo el proceso.
Si bien en Chile la figura del project manager no estaba popularizada, son cada vez más las empresas que solicitan este servicio clave para llevar adelante de manera integral un proyecto de reacondicionamiento de un espacio desde su inicio hasta el cierre del proyecto, afirma Aaron Rozenbaun, gerente del área de Project Management de Cushman & Wakefield.
“Cuando se arrienda o compra un lugar para habilitar una oficina o espacio comercial, la participación o inclusión temprana de un profesional experto en el área de la arquitectura y la construcción resulta altamente beneficiosa para resguardar los intereses del cliente”, indica.
Estas son algunas de las ventajas que aporta este tipo de asesoría, indica el especialista:
- Define los requerimientos de la empresa: contar con la figura de un project manager desde el primer día permite definir las necesidades de la empresa en relación con la ocupación de un nuevo espacio, antes de salir en la búsqueda del mismo. Esto no solo en términos de tamaño, sino también en cuanto a sus instalaciones técnicas y de equipamiento. También se encarga de cumplir el logro de una meta específica, organizando los espacios de manera efectiva y eficiente.
- Calcula adecuadamente el ratio de metros cuadrados y tendencias: para definir entre los espacios seleccionados, el especialista entrega una propuesta técnica de distribución de los espacios por tipo de usuarios, contemplando parámetros espaciales y técnicos. Hacerlo evitará cerrar un contrato en un lugar que en el futuro no cumpla con las condiciones requeridas, optimizando el uso del espacio y de los recursos de la empresa. El profesional aplica sus conocimientos para implementar las últimas tendencias de ergonomía, funcionalidad y ocupación de oficinas.
- Previene los riesgos: durante la obra, el project manager lleva el control de los tiempos en términos de avances según lo proyectado y de los costos de acuerdo a lo presupuestado, previendo riesgos y conflictos que puedan surgir. Frente a situaciones inesperadas, está capacitado para proponer soluciones rápidas que mantengan el equilibrio entre tiempo y presupuesto.
- Optimiza los recursos del proyecto: a la hora de definir es el project manager quien, a través de su experiencia, entrega toda la información y responde a todas las dudas técnicas que permitan tomar la mejor decisión sin perder tiempo ni dinero.
- Mejora las relaciones: un uso optimizado de los espacios y una estética acorde puede mejorar considerablemente las relaciones en el equipo de trabajo e incrementar la productividad. Al existir una buena coordinación interna, mejora la sensación de satisfacción en los trabajadores.
En síntesis, dice Aaron Rozenbaun, el objetivo del project manager es, por un lado, que las empresas tengan sus espacios de trabajo, en tiempo, forma y con el presupuesto establecido y, por otro, contribuir al buen clima y bienestar de las personas que los ocupan.
Fuente: ACOP